Involucrar a los alumnos en la clase de pubertad

Este es el primero de una serie de posts sobre cómo involucrar a tus alumnos en la clase de pubertad.

Este es el primero de una serie de seis posts sobre cómo involucrar a tus alumnos en la clase de pubertad.

Normalmente, los alumnos están muy interesados en las clases de pubertad porque los temas son muy relevantes para ellos. Por este motivo, es posible que tenga que utilizar menos técnicas de gestión del aula que en otros momentos de la clase. Por otro lado, es posible que haya un grupo que se comporte mal y necesite estrategias adicionales para ayudarles a mantener la concentración. En cualquier caso, siempre es una buena práctica centrarse en implicar a los alumnos en la clase de pubertad para aumentar su aprendizaje. Estos consejos y estrategias le serán útiles para la clase de pubertad y para todas las demás asignaturas que imparta.

6 estrategias para implicar a los alumnos

Se han dedicado clases enteras y grandes volúmenes de libros a aumentar la participación de los alumnos. Sin duda, abordar este tema en profundidad va más allá del alcance de una entrada de blog, por lo que a continuación se presentan algunas estrategias seleccionadas que pueden aplicarse durante las clases de pubertad. Muchas de estas estrategias se incluyen en Puberty; The Wonder Years.

  1. Mantener la atención
  2. Profundizar en el debate
  3. Llamamiento a los estudiantes
  4. Trabajo en pequeños grupos
  5. Gamificar el aprendizaje
  6. Gestionar el comportamiento

Veamos ahora más de cerca cada una de estas seis estrategias para hacer participar a los alumnos en la clase de pubertad.

Estrategia nº 1 - Mantener la atención

Reconozcámoslo: a veces es fácil perder la atención. Sus alumnos no son diferentes. Ya sea soñando despiertos o desinteresados, la atención de los alumnos se desvanecerá de vez en cuando durante la jornada escolar. Prueba estas estrategias para mantenerlos concentrados.

Habla sólo cuando tengas tranquilidad y atención:

Establezca una señal habitual para llamar la atención de los alumnos y pedir silencio. Los alumnos aprenderán esta señal con el uso regular. No hable hasta que haya obtenido el silencio y la atención que ha solicitado, o los alumnos aprenderán rápidamente que no necesitan responder a su petición. Gritar por encima de las voces de los alumnos es agotador e ineficaz.

Planifique una configuración de asientos:

Planifique los asientos de los alumnos para que tengan el máximo éxito. Por ejemplo, los alumnos con dificultades auditivas o visuales pueden sentarse delante. Los alumnos que se comportan como si todos los ojos estuvieran puestos en ellos pueden estar mejor sentados al fondo de la sala. Agrupe a los alumnos que trabajen bien juntos. Evite sentar juntos a los alumnos si existe un patrón de comportamiento intimidatorio. Planifique los asientos de modo que le resulte fácil moverse por la clase y situarse cerca de cualquier alumno que necesite ser reorientado.

Pasea cerca de los estudiantes:

La proximidad a los alumnos es una buena forma de volver a centrar la atención en la tarea que se está realizando. Evite enseñar desde el frente del aula; en su lugar, cree variedad enseñando desde distintos lugares. Supervise el trabajo de los alumnos moviéndose entre ellos para comprobar cómo aprenden.

Utiliza los nombres de los alumnos, incluso cuando no les llames por su nombre:

A la gente le encanta oír su nombre; llama su atención. Durante la instrucción, inserte los nombres de los alumnos de forma conversacional para volver a llamar su atención sobre el tema.

Pregúnteles qué utilidad tendrá en su mundo:

Ayude a los alumnos a procesar la información y a aplicar los nuevos conocimientos a su vida pidiéndoles que piensen, escriban y discutan cómo les será útil lo aprendido. Pídales ejemplos de cómo aplicar lo aprendido.

Prepara "quickwrites":

Pide a los alumnos que escriban dos o tres cosas que acaban de aprender. Así tendrán una tarea que realizar durante las transiciones o los tiempos muertos. También les ayuda a aplicar lo aprendido a sus vidas.

Ofrezca opciones:

Siempre que sea posible, ofrezca a los alumnos la posibilidad de elegir entre dos opciones aceptables. Por ejemplo, ¿te gustaría hacer un descanso para estirar ahora o después de nuestra actividad en pequeño grupo? ¿Queréis trabajar individualmente o en parejas? Ésta es también una estrategia informada por el trauma que da a los alumnos una sensación de control sobre sus vidas.

Utilizar una combinación diversa de medios y estrategias de enseñanza-aprendizaje:

Tendemos a enseñar de la forma en que preferimos aprender. Nos resulta más cómodo. Sin embargo, en cada clase habrá estudiantes con múltiples estilos de aprendizaje que aprenderán mejor utilizando diversas modalidades. En lugar de una miniconferencia, pida a los alumnos que lean y discutan la nueva información. En lugar de escribir un informe, haga que los alumnos preparen un juego de rol, dibujen un póster o canten una canción de rap.

Proporcionar frecuentes momentos de movimiento guiado:

Los alumnos aprenden mejor cuando su cuerpo participa en el aprendizaje. Esto es especialmente cierto cuando los alumnos realizan movimientos a través de su línea media. El tiempo de movimiento favorece especialmente a los alumnos kinestésicos. A veces se denominan "pausas cerebrales", pero son más eficaces cuando se tratan como parte del tiempo de instrucción.

Esta es la parte 1 de una serie de seis partes sobre Cómo involucrar a los estudiantes en la clase de pubertad. Lea la parte 2 AQUÍ.

Recursos:
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