Los cambios en la financiación federal afectan a la educación sexual

Los cambios en la financiación federal afectan a la educación sexual

Desde su creación, el gobierno federal ha tenido interés en financiar la prevención de problemas que afectan negativamente a la salud pública. Dos de estos problemas han sido el embarazo adolescente y la infección por el VIH entre los jóvenes. Estos dos problemas están relacionados con la educación sexual, ya que ambos son el resultado de una actividad sexual sin protección. Además, se ha demostrado que la educación sexual integral basada en pruebas produce estos resultados, que conducen a una reducción de las tasas de embarazo en adolescentes y de infección por el VIH:

  • Retrasar el inicio de las relaciones sexuales
  • Aumentar el uso de preservativos y/o anticonceptivos
  • Reducir el número de parejas sexuales

Con cada cambio de liderazgo a nivel federal, las prioridades de financiación cambian en función de la filosofía y la política. Por ejemplo, bajo la actual administración, se han propuesto los siguientes cambios:

Subvenciones de financiación

  1. Programa de Prevención de Embarazos en Adolescentes (TPPP): Educación sexual integral basada en pruebas y rigurosamente evaluada. Anteriormente financiado con 101 millones de dólares, el presupuesto presidencial del año fiscal 19 asigna 0 dólares, y la administración ordenó el fin de la financiación de los programas a los que les quedaban dos años más de financiación en sus subvenciones de cinco años. La defensa de la educación sexual integral ha conseguido que se mantenga la financiación en el presupuesto. Las demandas judiciales obligaron a que se mantuviera la financiación de las subvenciones previamente asignadas hasta el final del ciclo de subvenciones.
  2. Salud escolar sobre el VIH (CDC-DASH): Desarrolla la capacidad de las escuelas para proporcionar a los estudiantes una educación ejemplar sobre salud sexual, un mayor acceso a los servicios de salud sexual y entornos seguros y de apoyo. El presupuesto presidencial del año fiscal 19 mantiene la financiación en 33,1 millones de dólares. Sin embargo, esta financiación disminuyó ligeramente desde el presupuesto de 2016 y ahora se asigna de una manera que ha desmantelado la infraestructura a nivel estatal en favor de la programación local.
  3. Programa de Educación en Responsabilidad Personal (PREP): Educación sexual precisa, completa y basada en pruebas. El presupuesto presidencial del año fiscal 19 asigna 75 millones de dólares, pero como financiación de un año, no de cinco.
  4. Educación para evitar riesgos sexuales (SRAE): Educación sobre la abstinencia hasta el matrimonio que debe utilizar un enfoque basado en la evidencia. El presupuesto presidencial del año fiscal 19 asigna 0 dólares. Los defensores de los programas de abstinencia y la filosofía de la nueva dirección del departamento federal han aumentado la financiación con respecto a la administración anterior.
  5. Educación para evitar riesgos sexuales del Título V (Title V SRAE): Educación sobre la abstinencia hasta el matrimonio que debe utilizar un enfoque basado en la evidencia. El presupuesto presidencial del año fiscal 19 asigna 75 millones de dólares. Esta financiación se estableció por primera vez en 1996 con una definición de ocho puntos de la educación sobre la abstinencia ("definición de la A a la H"). En el año fiscal 18 se le cambió el nombre y la marca a una nueva definición de seis puntos.

La pauta que ha surgido con la actual administración es un renovado compromiso de financiar la "educación sobre la abstinencia hasta el matrimonio", reformulada como "educación para evitar el riesgo sexual", a pesar de que la investigación ha demostrado que no es un enfoque eficaz. Este enfoque suele ser impartido por grupos de origen religioso. Estos planes de estudio suelen estar basados en la vergüenza y en los estereotipos. Las lecciones son típicamente heteronormativas, ignorando o estigmatizando a los estudiantes que son LGBTQ+.

Los programas de educación sexual basados en la evidencia son aquellos que han sido evaluados y han demostrado ser eficaces según al menos uno de los criterios mencionados anteriormente y/o algunas medidas adicionales. Sólo tres planes de estudio basados en la abstinencia están en esa lista. Lamentablemente, estas listas de programas basados en la evidencia no indican si cada plan de estudios es médicamente preciso, apropiado para el desarrollo, informado sobre el trauma, imparcial y evita los mensajes basados en el miedo.

Ninguno de los fondos federales está destinado a promover la educación sexual con el fin de dotar a los jóvenes de los conocimientos y las habilidades necesarias para formar relaciones saludables y convertirse en adultos sexualmente sanos. Por el contrario, la financiación se centra en la prevención de algunas de las posibles consecuencias de la actividad sexual entre los jóvenes: el embarazo adolescente y las infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH. Lamentablemente, este enfoque sitúa la actividad sexual en un marco negativo en lugar de enseñar a los jóvenes una parte normal y saludable de la vida.

Los jóvenes siguen siendo el pinball político de los responsables federales y sus creencias sobre la educación sexual. Estados Unidos tiene un largo camino por recorrer antes de impartir una educación sexual que sea eficaz para lograr los resultados que todos deseamos para nuestros jóvenes: que estén seguros, sanos y equipados para convertirse en adultos sexualmente sanos.

Llamada a la acción:

Póngase en contacto con sus senadores (dos) y congresistas (uno) para abogar por la financiación de la educación sexual integral a través de TPPP, CDC-DASH y PREP. Las nuevas decisiones de financiación se tomarán en la primavera de 2019. Encuentre a sus legisladores federales:

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